La dieta alimenticia es otro de los soportes esenciales tanto del procedimiento de kelley como del de González.
Cuando donald kelley se dió cuenta de que moriría de cáncer de páncreas, se lo comunicó a su madre y lo primero que ésta logró al llegar a su lado fue ¡cambiarle completamente la dieta!
Kelley había vivido primordialmente a partir de hamburguesas fritos y chocolate y desde entonces comenzó a comer fruta verduras legumbres semillas y nueces.

Pasaron las semanas y lejos de empeorar empezó a sentirse mejor por eso intentando encontrar información acerca de nutrición y cáncer.
Acabó encontrando la dieta Gerson desarrollada por un considerable médico alemán que ya en la década de los 30 del siglo xx había creado su propia terapia para confrontar a las anomalías de la salud degenerativas a partir de frutas y verduras frescas, nueces, semillas y más que nada varios zumos frescos de 8 a diez vasos al día.

Kelley siguió a rajatabla la dieta sintiendo cómo mejoraba todo el tiempo, pero además percibió que si se apartaba de la dieta el tumor y los indicios volvían a manifestarse. Por eso, intentando encontrar, alivio para algunas de las afecciones provocadas por el tumor.
Kelley se confió a su farmacéutico y recibió de éste un envase grande de enzimas pancreáticas.
A los 3 días se encontraba tomando ya 50 cápsulas de enzimas con cada comida según contaría, después comenzó a sentir que los dolores por los tumores eran muchísimo más suaves y al final cómo encogían y se disolvían.

Pero necesitaba continuar con el mismo régimen sobre nutrición, el software de Kelley hoy prescribe una dieta que se ajusta a cada sujeto y que fué evolucionando durante los años.
Puede a hablarse inclusive de tres dietas una vegetariana, una algo carnívora -ya que descubrió durante los años personas que no tienen la posibilidad de prescindir de la carne- y una tercera categoría que requiere de ámbas anteriores.
Generalmente, la dieta pone bastante énfasis en las frutas frescas, las verduras crudas y el consumo de zumos frescos de frutas y verduras recién hechos todos los días.

Además priman las fuentes de proteína fundamentadas en plantas como cereales, nueces, semillas y granos y facilita uno o dos huevos por día. En cambio, repudia las comidas procesadas, la leche, los cacahuetes, el azúcar blanco y el arroz blanco.
Las proteínas animales -sobre todo las carnes rojas- quedan reservadas para las situaciones concretos en que sean completamente primordiales en su estudio de la nutrición.
Kelley llegó a considerar los resultados de las dietas en funcionalidad del desempeño del sistema nervioso agradable y parasimpático de sus pacientes debido a que en relación de cuál de ellos sea el dominante sería elemental una dieta u otra, ya que bien, el software nutritivo de gonzález sigue esta línea y por medio del exámen del cabello diseña una dieta individual que puede ir desde la dieta vegetariana pura, a una dieta que requiera carne roja, dieta que se complementa con suplementos que además se indican de manera individualizada.
Con gonzález cada tolerante de cáncer consume por día entre 130 y 175 cápsulas que tienen dentro vitaminas, minerales, elementos micronutrientes, antioxidantes y productos glandulares animales prescritos según las pretenciones del tolerante, y el tipo de cáncer.

Igual que había hecho previamente kelley intentó relacionar la dieta natural a partir de comestibles crudos con el provecho de las enzimas pancreáticas y la teoría de beard así averiguó que cuando se cocinan los comestibles, aunque las vitaminas y minerales no queden totalmente destrozados la efectividad de las enzimas se pierde.
La comida fría y cruda por el opuesto facilita al organismo comprar las enzimas primordiales para su correcto desempeño.